Aunque parece que la mitología antigua nos queda lejos en el tiempo, el otro día me descubrí invocando los dioses del Olimpo ante la duda de si pagar o no un café en un bar.

Después de pedir varias veces que me cobraran y poner un billete de 10 euros en la barra cual Apolo diligente, correcta y normativa, de repente me invadió el espíritu irreverente, indisciplinado y transgresor de Dionisos, y durante unos instantes Apolo y Dionisos estuvieron luchando en mi cabeza por ganar la batalla de un café. Lo importante no es si me quedé esperando hasta que me cobraron o salí corriendo sin pagar, lo importante fue darme cuenta una vez más de que las contradicciones humanas aparecen en los actos más cotidianos.

Apolo y Dionisos, dos hijos de Zeus, las dos caras de la misma moneda, dos naturalezas opuestas y a la vez complementarias en el ser humano. Desde el punto de vista moral las caras de la moneda serían el bien y el mal, desde el cristianismo, las figuras del ángel y el demonio, y Dr. Jekyll y Mr. Hyde desde la literatura.

¿Somos más apolíneos o dionisíacos? Somos las dos cosas, como dice el filósofo Fernando Savater, la vida es una permanente y perpetua búsqueda del equilibrio entre esas dos personas que somos.

La Biodanza nos ayuda en ese camino de búsqueda del equilibrio y nos hace darnos cuenta de que nunca lo alcanzaremos, porque justamente el equilibrio consiste en la búsqueda.

Y para finalizar la historia del bar, os diré que finalmente pagó Apolo, pero que fue Dionisos quien se tomó el café.