El éxito es parar

El éxito es parar

Por el 02/03/2021 en Blog

Estos días hemos vivido un hecho histórico, la primera retransmisión en directo del aterrizaje de un vehículo espacial de la NASA en Marte. El éxito de la misión, según uno de los ingenieros de la misión era poder parar”; parar la velocidad de los motores una vez traspasada la atmosfera marciana. Pasar de una velocidad 19.000 a 3 kilómetros por hora.

Como el Róver parado sobre un cráter, en busca de pruebas de la existencia de vida, la humanidad entera ha disminuido su velocidad y parado en seco durante el último año. Mas allá de seguir echándole la culpa al bichito que ya no quiero ni nombrar, es una buena oportunidad para ver las ventajas que nos ha traído este “parar”.

Pienso en todos los momentos cotidianos que he aprendido a valorar y que esa nueva percepción, me ha dado la oportunidad de transformar los hábitos, en momentos especiales. El disminuir la velocidad, me ha otorgado el papel de suma sacerdotisa de mis costumbres diarias, dando el carácter de ritual a acciones, tan aparentemente insignificantes como preparar una taza de café. Cuando entro en la atmosfera del aroma del café, levanto el pie del acelerador para aterrizar en la taza, lo saboreo y me transporto al cafetal, al calor de Colombia, al sabor condensado en el grano y pienso que tal vez a las nueve de la mañana, millones de personas más hacen el mismo gesto para despertar. Paso de lo individual y simbólico a lo colectivo, al “yo” que se desarrolla en el “nosotros” según la propuesta de Martin Buber. No estoy sola, formo parte de la orquesta de la humanidad.

Quizá el filósofo coreano Byung-Chul Han, no esté tan de acuerdo con lo descrito hasta aquí. En su último libro, Han habla de la desaparición de los rituales debido a la pandemia. En mi opinión hemos perdido el contacto físico desde lo social, pero no la noción de comunidad que habita en el inconsciente colectivo de la humanidad.

En cualquier caso, podemos valorar los rituales como pequeñas conquistas dentro una situación de aislamiento generalizado y remover nuestra taza de café, con las palabras de Rolando Toro citando a Rilke y recordándonos que lo cotidiano habla en voz baja con lo eterno”.

    2 Comentario

  1. Así lo estoy viviendo yo y doy gracias por tanto descubrimiento de mi y de mi entorno.
    Un abrazo, estimada.

    Mariajose

    2 marzo, 2021

    • Claro que sí bonita, a pesar de todo el caos es una gran oportunidad, aunque la parada haya sido forzosa.
      Abrazo grande

      Lola Hernando

      3 marzo, 2021

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