¿La soledad nos hace libres?

¿La soledad nos hace libres?

Por el 26/09/2019 en Blog

Por supuesto que la soledad de la que hablo es la elegida, la buscada, la necesaria para estar conmigo misma lejos del ruido del teléfono, de las redes sociales…una soledad que me permite escucharme y conocerme. La soledad saludable.

Pero me surge la duda de que si por naturaleza somos seres sociales, el exceso de soledad, incluso de la saludable pueda ir en contra de nuestro instinto.

Pertenecer a un colectivo, sentirme parte de un grupo que me acompañe en mi proceso vital esta marcado a fuego en mi biología, es una necesidad básica antigua. Desde hace más de 20.000 años y según dicen los antropólogos, vivir dentro de un colectivo permitía repartirse la búsqueda de alimento y la carga de trabajo entre varios y protegerse mutuamente ante los peligros del exterior. “Esta necesidad se arraigó en nuestro cerebro más primitivo, el reptiliano, que regula las funciones vitales primarias con el objeto de sobrevivir”.

Por otro lado y pensando en los genios de la historia me doy cuenta que eran personas solitarias, Darwin por ejemplo no asistía nunca a ninguna fiesta y Steve Jobs se pasaba horas solo, en el garaje de sus padres jugando con la informática, y es así como inventó el primer ordenador Apple.

Más allá de que la soledad favorece la innovación y el desarrollo del talento creativo hay una parte práctica importante que no debemos olvidar, como decía Maruja Torres en uno de sus libros ¡Que placer meterte en la cama, dormir sola con las piernas extendidas! A esto hay que añadirle la comodidad de disponer del sofá, poder cambiar de canal sin tener que negociar, improvisar planes sin avisar ni dar explicaciones…

Estar sola es un arte pero estar acompañada también lo es.

Creo que esto solo lo puede arreglar Aristóteles:

¡Aurea mediocritas!

En el punto medio esta la virtud. 

 

 

 

 

 

 

    8 Comentario

  1. Qué bonita y argumentada reflexión! Gracias Lola… Siempre es un gozo leerte!

    Nines

    26 septiembre, 2019

    • Gracias a ti por leerme y por compartir conmigo el arte del vínculo.
      Un abrazo grande,
      Lola

      Lola Hernando

      27 septiembre, 2019

  2. Brillante! Arte de vivir… en el punto donde puedes saborear de todo. Ni “too high” , ni “ too low” simplemente a medida propia.

    Gracias Lola.

    Montse Movilla

    26 septiembre, 2019

    • Si ahí estamos Montse buscando constantemente el arte de la medida justa…seguimos danzándolo!
      Hugs!
      Lola

      Lola Hernando

      27 septiembre, 2019

  3. Nada es bueno, nada es malo… son momentos , tiempo y espacio que nuestro Ser necesita en ese instante para nuestro proceso evolucionario.
    Llevo temporadas largas viviendo en soledad, digo “en soledad”, por que me gusta estar conmigo mismo, gritar, reir, llorar , bailar, cantas y mas cosas y suelo alejarme de las personas, y no por que le tenga miedo a los de afuera, al mundo…si no por que quiero estar conmigo mismo y son hermosos momentos de dialogo con palabras o sin palabras, con acciones y sin acciones…todo es válido en ese momento.
    Considero que vivir “sólo” es vivir “sin”, nadie, sin uno mismo y ese es otro aprendizaje de la vida.
    El instinto está,no se pierde, es como una huella indeleble que se lleva siempre y aparece cuando tiene que aparecer, cuando frente a una situación…El sale.
    Los antropologos y quien haya escrito, dicen su verdad, lo que en ellos causa dicho efecto…no estamos hechos en serie y cada uno lo expresa a como lo siente y precisamente en la diferencia esta el enriquecimiento de la vida.
    Me gustó el articulo.

    Johe Cavero

    26 septiembre, 2019

    • Gracias Johe por tus palabras…si todo es subjetivo y cada persona vive la soledad desde su singularidad…¡viva la diversidad!
      Un abrazo grande,
      Lola

      Lola Hernando

      27 septiembre, 2019

  4. Lola, que interesante artículo se me vino inmediatamente esta frase de Rolando: “Vivir los vínculos y ponerse a prueba, verse en la perspectiva del conjunto se perfila como tarea y dignidad del hombre y mujer del porvenir”.
    Desde ahí, como nos vamos desafiando desde vivir el vínculo con uno misma, las otras, los otros, el todo…..como nos vamos “Poniendo a prueba” en las diversas escalas de interacción y encuentro humano….

    Alejandra

    28 septiembre, 2019

  5. Al leerte pienso en la Naturaleza. Su ciclo muerte renacimiento, continuamente presente. Ir hacia dentro para mirar las aguas internas está bien. Pero sólo abriéndonos podemos dejarnos ser océano.
    Creo que la clave también es encontrar aguas en las que fondear sanamente, saberse llevada por corrientes adecuadas.
    Entiendo que la única manera para descubrir tu ola es mojándote los pies.
    Gracias Lola por llevarme a esta reflexión mañanera.

    Raquel

    30 septiembre, 2019

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