¡Más museos y menos medicación!

¡Más museos y menos medicación!

Por el 07/05/2021 en Blog

Cada mañana antes de abrir sus puertas, el Museo del Prado realiza videos en directo en sus redes sociales. Durante diez minutos y móvil en mano, el responsable de comunicación digital de la pinacoteca se pasea por sus innumerables salas descubriendo las intrahistorias que habitan las obras expuestas. Me produce un gran placer, comenzar el día en compañía de los grandes genios de la pintura, perderme en los colores, texturas y símbolos. Picasso decía que “el arte limpia el alma del polvo de la vida cotidiana”, a mí comenzar el día así me conecta con la alegría y me trae calma.

Uno de los recuerdos más emocionantes de mi vida, fue en el museo de Arte Moderno de Luisiana (Copenhague) viendo una exposición de Alberto Giacometti. Lo que para mí fueron unos minutos de visita, resultó ser una jornada entera dentro del horario del museo. Perdí la noción del tiempo y me quedé atrapada entre sus esculturas largas y delgadas, representaciones humanas de piernas interminables y delgadez extrema, fruto de una realidad que plasmaba las secuelas de la segunda Guerra Mundial. En algún momento, quizá rememoré a Stendhal, cuando se sintió abrumado por el exceso de belleza de Florencia.

Visitar un museo es como asistir a una sesión de Biodanza, contemplar arte es dejarse bombardear por infinidad de eco factores que generan distintas emociones. Es dejarse atravesar por la historia, por la cultura y el tiempo. Es salir de mí para empatizar con otros, es una vivencia de eternidad donde no hay distancia entre la obra y el espectador.

Además, estudios recientes realizados en Australia, demuestran como la vista a museos puede aliviar los síntomas de los pacientes diagnosticados con algún tipo de trastorno mental. La Galería Nacional de Arte de Canberra, realizó un programa especial para pacientes con demencia, donde se puso de manifiesto que estas personas redujeron sus síntomas aumentando su calidad de vida y sus funciones cognitivas; así lo refleja el estudio publicado en el Journal of Alzheimer’s Disease.

En cualquier caso, parece claro que contemplar arte nos mueve, nos conmueve y nos cura…

¿A que estáis esperando para ir al museo más cercano?

    2 Comentario

  1. Más museos, claro Lola, porque además es una muy buena medicación sin efectos secundarios negativos, salvo que no descanses mínimamente en aquellos recorridos kilométricos! Y me has recordado aquella canción de Aute: cine, cine, cine, más cine por favor… si es del bueno, claro. Museos, cines, cultura en definitiva, alimento del alma, recursos inagotables sobretodo en época de pandemia. No sólo de pan vive el hombre… y la biodanza como laboratorio para potenciar nuestra sensibilidad, introspección, creatividad y así disfrutar más de los museos. En una sesión de biodanza yo vibro observando la belleza de mis compañer@s la externa pero quizás más la interna, a través de esas miradas donde se asoma el alma de cada uno/a. Concentración básica para captar tantos aspectos bellos que tod@s llevamos dentro y fuera de nosotr@s. Os abrazo con gratitud!

    Rogeli Gponzález Campo

    8 mayo, 2021

    • Rogeli, gracias por comentar.
      Biodanza nos abre las puertas de nuestra sensibilidad y el arte resulta que esta en cualquier lugar, no solo en los museos.
      Un abrazo grande,
      Lola

      Lola Hernando

      10 mayo, 2021

Responder a Lola Hernando Cancelar respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos necesarios están marcados *