La manzana nos devuelve al paraíso

La manzana nos devuelve al paraíso

Por el 09/06/2016 en Blog

Hacer listas está de moda. Escribir en vertical enumerando cosas me recuerda al momento en que repasaba en voz alta una y otra vez la tabla de multiplicar, un hecho que para mí se convirtió en algo mecánico y tedioso.

Ahora leo que una empresa francesa ha realizado un estudio en el que a tres mil personas se les pidió que hicieran una lista de cosas de la vida cotidiana que les dibujaran una sonrisa, vamos, que enumeraran pequeños placeres cotidianos. Me imagino a esa pobre gente escribiendo de forma mecánica algunas cosas que les resultan agradables y placenteras mientras suspiran.

Número 1 de la lista: “Meterse en la cama con sábanas recién lavadas”

Número 2: “Nadar en el mar”

Número 3: “El olor a café recién hecho”

Número 4: “Comer un helado”

Número 5: “Escuchar la lluvia en el cristal”

Y así hasta cincuenta…

Quizá la mayoría de las personas de la encuesta hace años que no se paran a oler el café o no reparan en el sonido de las gotas de agua de lluvia, y así hasta cincuenta…

Buscamos grandes metas para lograr la felicidad: vivir en una isla del Caribe, que nos toque la lotería, no tener nunca más que madrugar para ir a trabajar… sin darnos cuenta nos ponemos el paraíso muy lejos; pero el paraíso está aquí y ahora, en cada uno de los placeres cotidianos. Esta visión del placer cotidiano, del paraíso, es el gran regalo de Rolando Toro en la línea de la sexualidad.

Sí, la manzana nos alejó del paraíso, pero con solo tomarnos unos instantes para olerla, volvemos allí rápidamente.

 

    1 Comentario

  1. Muy cierto…el placer de los pequeños grandes momentos de la cotidiana vida…como, sin ir más lejos,leer este tipo de reflexiones..gracias por acercarnos al paraiso!!

    Susana

    12 junio, 2016

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